Hace unos días llegue de Amsterdam, 7 días de vacaciones en esa maravillosa ciudad y también visite Rotterdam, dos ciudades tan bonitas como diferentes.
Aún recuerdo bastante bien la llegada a Amsterdam saliendo de la estación de tren y recorriendo sus calles por primera vez arrastrando la maleta, calles de noche con una iluminación menor a la acostumbrada en mi país siendo los letreros de las tiendas quienes se encargaban de dar luz a las calles, decoradas con luces de navidad, llenas de vida a cualquier hora de la noche con edificios estrechos e irregulares de distintos colores siempre con una polea en el último piso, una sensación de ciudad libre, por esas calles me encontraba ante la novedad viendo las grandes filas de bici candadas, gente sentada en las ventanas mirándote, cruzando el canal después de cada manzana, letreros de coffeshops en cada esquina...
Tengo que decir que yo no fumo porros y no me gusta sus efectos pero para una vez que voy a Amsterdam y es legal, aproveche la oportunidad de probar un par de días solamente y la verdad que los coffeshops aunque no fumes son unos sitios agradables donde tomar un café o un chocolate con crema, eso si nada de tabaco ni de alcohol, la "comida" es otro tema aparte y lo pongo entre comillas porque hablo de bollos, patatas fritas, gofres, creeps... y es que parecía echo por dioses, puro delicatesse, también visitamos el famoso barrio rojo, una estampa que en pocos lugares se puede apreciar y esta prácticamente en el centro, sobre todo es más recomendable verla de noche con sus neones rojos.
Fui a sitios como el museo de cera que me decepciono un poco por lo corto que era, también la fábrica de Heineken o el museo de ciencia Nemo que fue una experiencia divertida... allí todo el mundo habla inglés aunque en algunas tiendas o restaurantes el menú o carteles esta en holandés así que es un poco el tomar la filosofía de "El haber que te dan", visite varias plazas y parques, me gusto una plaza enfrente del hard rock café que disponía de un ajedrez gigante siempre con gente retándose, con lo que me gusta el ajedrez una pena no haber podido jugar, salí un poco de noche y es algo distinto a lo que te encuentras aquí aun así también se pone mucha música latina y la discoteca a la que fui era espectacular, una iglesia abandonada remodelada para conciertos, dj's...
Abandonando el peculiar Amstedam cogemos el tren y viajamos a Rotterdam, una ciudad reconstruida por la guerra edificios fascinantes y todo con un aire muy moderno aunque más fría que Amsterdam, es curiosa de ver pero tampoco tiene tanto como otras ciudades, en general me llevo unas impresiones estupendas de Holanda aunque me quede sin ver cosas que yo quería, me llamo la atención cosas como la alta estatura de la gente, la población cosmopolita y abierta, todo lo que vi de Holanda es plana sin Holanda, según leí el punto más alto de Holanda está a 300 metros, la bici como principal transporte por encima del coche... quizá algún día vuelva otra vez por esas tierras.
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